Los dos sabemos que lo nuestro cada vez se va apagando, el amor que teníamos se ha ido poco a poco, como una vela encendida todo un día, se va derritiendo poco a poco, hasta que se consume. Todo el mundo sabe que no te soporto en tus días malos, que no soporto tu inmadurez y tus bromas que hacen daño, ni tu sonrisa estúpida cuando me enfado como una niña pequeña, ni ninguna de las gilipolleces que sueltas y luego te arrepientes de decirlas, lo que más odio es cuando estas de pasota, que el mundo se puede caer que tu vas a seguir como si no te importara nada, y menos yo. Pero todo el mundo sabe que te amo como nunca he amado a nadie, que te sigo al fin del mundo si hace falta, que daría mi vida por ti, me tiraría a una hoguera y me quemaría si hiciese falta, y que si te insulto, solo es porque te amo y me haces rabiar. Todo el mundo sabe que si me pongo nerviosa y pongo esa voz de tonta es porque hablo de ti o porque estas cerca. Y todo el mundo sabe que cuanto más lucho contra esto, más me enamoro, y mis lágrimas intentan pararme pero, lo siento, lo que siento es demasiado grande que ganaría hasta a lo más imposible.